Coméme… pero con ganas descubre la estética porno japonesa de Daikichi Amano trans contextualizada mediante la sustitución del cuerpo femenino real por el cuerpo deseado, plástico y artificial de proporciones perfectas. En América Latina el fetiche provocado por el uso de insectos no ha sido introducido a nivel comercial, pero la idea de la mujer débil que sufre ante el peligro y debe ser rescatada es una constante en la literatura, la televisión y por su puesto la publicidad.


